Homenaje a comandante asesinado

Apaseo el Grande, Gto.- En su casa, con su gente, con rostros envueltos en llanto  y  muestras de indignación, se realizó un sentido homenaje a los restos mortales del comandante de la Policía Municipal de Celaya, Pedro Galván, quien fue abatido a balazos la mañana del jueves pasado.

La comunidad de El Cerrito, misma que vio nacer al mando policial, lo recibió con los brazos abiertos, aunque esta vez no con la alegría con la que un padre ve regresar a casa a su hijo, en esta ocasión se respiraba en el ambiente una profunda pena, dolor, incertidumbre,  e indignación, Pedro regresaba a casa por última vez, esta era la última vez que Pedro  recorrería  esas calles donde tantas veces  jugó cuando niño, era su despedida, la última vez que estaría en compañía de su gente, la última vez que la gente podría mirarlo, el policía aún no se iba y la gente ya lo estaba extrañando.

Rodeado de  familiares, amigos, y compañeros de trabajo, el féretro que guardaba los retos del comandante Galván, fue cubierto con la  bandera y luego rodeado por una  escolta conformada por la banda de guerra de la policía, quien abrió paso , y lo condujo hasta el templo del poblado, donde ya lo esperaba un sacerdote  para oficiar la misa de cuerpo presente.

En la omilia, el representante del clero hizo hincapié en el valor y vocación de servicio  que mostraba  a diario el comandante Galván, el bienestar de los ciudadanos, el cumplimiento de la ley, y la seguridad de los celayences eran la prioridad del comandante, vivió y murió con la firme idea de hacer de este mundo un lugar mejor.

Al término de la ceremonia de cuerpo presente, partió el cortejo hacia el panteón del  lugar; ahí frente al lugar donde descansarán eternamente los restos mortales del comandante, nuevamente los policías municipales instalaron una guardia de honor y realizaron un último pase de lista, mismo que retumbó en todos los rincones del campo santo  con un  sonoro y contundente "presente" en voz de todos los que se dieron cita en este lugar, al nombrar al coordinador de la Policía Municipal,  Pedro Galván.

El ulular de las  sirenas de patrullas estacionadas afuera del lugar dieron el toque nostálgico al evento, nuevamente rodaron lágrimas en los rostros de los presentes, nuevamente se abrió la herida, solo quedará el recuerdo y las acciones de un hombre  que dio la vida propia por la de los demás, ya descansa Pedro en su nuevo hogar.