Comandante Emilio secuestró a Francesa

 

En efecto, durante varios años la ciudad de San Miguel de Allende fue asolada por secuestros que anualmente se realizaban bajo:

a)    Mismo modus operandi: vehículos no robados que no dejaban rastro y cuando se localizaban se encontraban completamente limpios, sin huellas dactilares;

b)     Complejas negociaciones: no eran vía telefónica, sino que realizaban comunicaciones más sofisticadas y con pocas posibilidades de ser rastreadas;

c)     Tiempo: el cautiverio duraba varios meses siendo el mínimo de 7 meses y el más largo de 1 año y 6 meses;

d)    Forma de vestir de los secuestradores: se presentaban ante las víctimas encapuchados, siempre cubiertos del rostro y cuidando que sus manos también se hallaran cubiertas, usaban guantes;

e)    Condiciones de cautiverio: los introducían a un “cajón” de muy reducidas dimensiones y sus paredes cubiertas de una tela muy peculiar, los alimentos esporádicos y todo ello provocaba que la víctima se encontrara en infrahumanas condiciones, empleando incluso técnicas de guerrilla que tenían como objetivo quebrantar la voluntad humana y ampliar el sufrimiento;

f)      Exigencias idénticas: sumas de dinero muy elevadas, y siempre manejadas en dólares, lo que implicaba que el autor o autores eran las mismas personas.

 

Este secuestro fue denunciado directamente ante la Procuraduría General de Justicia del Estado y no se atrajo por la Procuraduría General de la República, como los anteriores casos, quien tenía en sus manos la inmensa mayoría de las denuncias. Empero, aun cuando el Ministerio Público del Estado de Guanajuato desconocía el contenido de un gran número de averiguaciones previas y carpetas de investigación, no podía permanecer al margen de lo acontecido y ante ello, con paciencia se comenzó a tejer un operativo que a la larga dio resultado, pues se tenía una permanencia operacional y personal, que fue lo que permitió la captura del Comandante Emilio, Raúl Julio o Ramón Alberto.

 

El operativo consistió en mantener una vigilancia por los sitios y lugares que ya en ocasiones anteriores, se sabía, habían recorrido para dejar mensajes así también en contar con apoyos de diversos sectores de la población y gremios, entre ellos el de taxistas. El éxito se alcanzó cuando al entregar una persona desconocida un paquete que contenía mensajes y el dedo mutilado a un taxista, el Comandante Emilio, Raúl Julio o Ramón Alberto siguió al taxista para verificar la entrega; el taxista dio aviso de que era vigilado y ante la sospecha de que se trataba de algo extraño, en las inmediaciones de una gasolinera se detuvo al cabecilla del grupo, Comandante Emilio, Raúl Julio o Ramón Alberto; detención que se logró en plena flagrancia al encontrarse privada de su libertad la víctima.

 

Así, se ubicó el lugar en donde se tenía a la víctima, el cual fue desmantelado por sus cómplices una vez que supieron de la detención del Comandante Emilio, Raúl Julio o Ramón Alberto, pues tuvo oportunidad de llamarlos e hicieron caso de su indicación, desmantelándolo en forma rápida y alrededor de las 15 horas fue puesta en libertad la secuestrada (30 de mayo de 2017), pese a ello se pudo establecer que el cajón se componía con bases de cama, se recubrían con material aislante de ruido, esponja y tela, logrando ubicar a base de luminiscencia el lugar en donde fue mutilada de uno de sus dedos.

 

Se llevó al comandante Emilio, Raúl Julio o Ramón Alberto ante el Juez de Control, quien le dictó auto de vinculación a proceso y luego de un largo procedimiento, se llegó a la sentencia, en donde un Tribunal conformado por tres jueces, dictó sentencia condenatoria por 60 años de pena privativa de libertad.

 

El día de hoy damos a conocer detalles de este caso, porque tenemos plena certeza de que, el ahora sentenciado, Comandante Emilio, Raúl, Julio o Ramón Alberto, junto con otros cómplices llevaron a cabo en la última década varios secuestros, como el que el día de hoy anunciamos esclarecido y al líder de esta banda sentenciado, y lo hacemos público, esperando que las víctimas de otros casos, si en su momento no denunciaron, ahora lo haga.