Tras olvido e injusticia proyectan memorial para víctimas del domingo negro

Celaya, Gto.- Las familias de las víctimas de las explosiones del 29 de septiembre de 1999 en Celaya ya acordaron con el alcalde electo Juan Miguel Ramírez adquirir el terreno donde se encontraba la abarrotera, punto de la tragedia, para hacer un memorial de las víctimas.

De acuerdo a las cifras que han surgido tras la tragedia, en el sitio murieron oficialmente 71 personas, y más de 350 resultaron lesionadas, varias de ellas con amputaciones.

Aunque se estima que en realidad los muertos superaron las tres cifras, porque muchas de las víctimas no eran de Celaya y otros más fueron llevados a Querétaro.

El abogado, Juan Martínez, representante del Movimiento Ciudadano Celayense que representa a parte de las víctimas dijo que ya hablaron con el alcalde electo.

“Vamos a hacer trámites con la próxima Administración Municipal para comprar el local y poner un memorial.
Vamos a hacer gestiones como Movimiento Ciudadano Celayenses para lograrlo. Creemos que puede ser posible porque ha habido muchas intenciones de hacerlo pero a la fecha vamos a hacer un memorial acá”.
“Es necesario”, exaltó. “Para que la gente venga a rezar.
Que no se nos olvide lo que pasó”, exaltó.

Explicó que por ahora no tienen el docto del terreno, por lo que se tendría que hacer un avalúo del local y buscar a los dueños.
¿Ya han hablado de este proyecto con la autoridad electa?, se le preguntó y afirmó: “Así es, así es”.
A 25 años de distancia que hoy participó en el evento del rezo del rosario para recordar a quienes fallecieron, a quienes se fueron como héroes, a los policías, a los bomberos, a los elementos de la Cruz Roja.

Dijo que hasta ahora no ha existido justicia para las víctimas ni reparación del daño para sus familiares.
“Son 25 años sin justicia, no hubo pago de reparación del daño para los afectados. Por las explosiones, los deudos familiares de quienes murieron, los lesionados, hubo de quienes sufrieron daños de 15 mil a 150 mil pesos los lesionados, no hubo pago por parte del Juzgado Quinto de Distrito que fue quien llevó el asunto. Sí hubo una sentencia condenatoria, pero no la ejecutó. Tuvo los medios adecuados para hacerlo, la Secretaría de Hacienda y otros medios para cobrar, pero no lo hizo, entonces no hubo justicia en el caso de las explosiones que hubo en Celaya”.

“Hablamos de 72 muertos en forma oficial, más de 352 heridos, aunque en forma real fueron más de 100 muertos, porque unos murieron en Querétaro, otros en Salamanca, y de esos, el Ministerio Público que conoció el asunto no tuvo conocimiento. Entonces fueron más de 100 los que murieron en las explosiones”.

Señaló que no es creíble que la investigación sólo llevó a la detención de la dueña de la abarrotera, cuando, a todas luces, existe responsabilidad del gobierno en sus diferentes niveles y por tanto debió haber responsables.

“Se necesitaban muchos involucrados para que se diera una tragedia de esa magnitud. Hubo omisión de Fiscalización, de Policía Municipal, del Ejército, en fin, las autoridades no cuidaron la venta de pólvora. Aquí, de acuerdo a peritajes de la Secretaría de la Defensa Nacional y de la Procuraduría General de la República en aquel entonces, explotaron cuatro toneladas de pólvora granel, es decir, aquí en la abarrotera Celaya había en barriles cuatro toneladas de pólvora, y eso fue lo que explotó.

Entonces hubo un descuido de parte de las autoridades por parte para la venta de pólvora, no cuidaron las autoridades”.
“Había mucha responsabilidad, porque era evidente que había pólvora en ese punto.
En ese entonces, el presidente de la República era Vicente Fox, y fue uno de los que dieron su visto bueno para que aquí en la Abarrotera Celaya se vendieran juegos pirotécnicos. Entonces, sí hubo responsabilidad de Vicente Fox, nunca la admitió, y evadieron la responsabilidad las autoridades”.

“Había permiso para que vendieran cohetes, pero no para que almacenaran esa cantidad de pólvora. Había permiso para que vendieran 10 kilos de juegos pirotécnicos, pero estallaron cuatro toneladas de pólvora”.

En esa zona había antecedentes de pequeños incendios, que obligaban a inspecciones profundas que nunca se hicieron, privó la omisión, la impunidad, la injusticia que se tradujo en muertes de inoventes.