La noticia cambia el valor prevalece

Relatan su calvario buscadoras de desaparecidos

CELAYA

Arlett Cárdenas | 24 de Febrero de 2021 a las 18:24

Celaya;Gto.-Fallas en las investigaciones y una búsqueda incansable de sus seres desaparecidos, relatan mujeres que este día participan en las labores de rescate de cuerpos en la fosa clandestina encontrada en Celaya.

No es un trabajo sencillo, se han capacitado y cuentan con materiales que han ido comprando o consiguiendo, pero señalan jamás estarás preparadas para lo que se pudieran encontrar.

Pese a que suman meses y en otros casos años buscando a sus familiares, mientras no encuentran su cuerpo permanece la esperanza de encontrarlos con vida, mientras dicen están “muertos en vida”.

La señora Edith busca a su hija Betzabeth a la que vieron por última vez el 4 de noviembre pasado en Apaseo el Grande, se fue en un Uber a dejar a su hijo con su papá.

La ha buscado en todos los pueblos de Apaseo el Grande, en Querétaro y hasta en el Estado de México, varias llamadas ha recibido donde le aseguran que la han visto caminar desorientada pero ella no la ha podido localizar.

“Ya tengo rato participando en los colectivos y créame que no siento que mi hija esté muerta, pero siento que debemos apoyarnos porque si no es una tranquilidad para mi es para otras familias”, expresó minutos antes de partir al predio donde realizan la búsqueda.

Edith está participando en la búsqueda desde el lunes, limpiar la zona, sacar el pasto, quitar huizaches, sacar piedras, ayudar a Medicina Forense a sacar tierra y buscar casquillos o huesos es parte de sus labores y para ello se prepararon a través de cursos.

“No es fácil estar en el sitio, es muy difícil, yo tengo dos nietos hijos de mi hija y los tengo que dejar para yo venirme, no es fácil cuando encuentras restos óseos, te pasa por la mente mil cosas, qué harías si desenterraran el zapato de tu hija porque obviamente los conoces, cuando empieza a sacar ropa, te pones en los zapatos de los compañeros, qué haría yo si de repente son los zapatos de mi hija”.

“Pero no hay de otra porque uno no tiene paz ni tranquilidad, ni emocional, si hace frío estás pensando si tiene qué cobijarse, si hace calor estás pensando cómo estará, si estás comiendo estás pensando si ella ya comió, entonces este viacrucis sin calvario lo estamos viviendo todos”.

Dijo que en la Fiscalía es una eterna espera, en donde no les dan informes ni avances en las investigaciones.

“Las Fiscalías son un espéreme, está en proceso, lo estamos haciendo, pero nada avanza, no pasa nada”, expresó.La señora Margarita busca a su hijo Adán Aaron Luna de 38 años, desaparecido en Irapuato el 3 de noviembre de 2017.

Esta es la tercera ocasión que participa en una búsqueda en campo.“Mi búsqueda siempre ha sido sola, he buscado en hospitales, cárceles, anexos, en forenses, ya Fiscalía no ha hecho nada”.

“Es difícil, es pesada la búsqueda en campo y más porque el dolor que traes y si encuentras un cráneo o una persona, es doloroso y a la vez de da una alegría porque si no es tu hijo le das felicidad a otra persona”.

“Es muy difícil vivir esta vida porque estás en el limbo, no vive ya bien, se acaban festejos, se acaba navidad, se acaba 10 de mayo, se acaban cumpleaños, estás muerto en vida por completo”.

“Mi hijo desapareció con otras 2 personas en Irapuato, en Puente Malvas, no sé qué iba a hacer ahí, creo que se iba a entrevistar con otras personas, mi hijo es chef”.

Dejó 2 niñas, una tiene 12 y otra 7, es una búsqueda hasta encontrarlo, sentenció.“Seguiré adelante porque estás con personas que te apoyan y están en búsqueda vamos a seguir adelante buscándolos”.

Juana busca a su sobrino Jonathan, a él lo arrestaron en la Avenida El Sauz, se estuvo peleando con un familiar.

“Llamaron a la Policía y como el otro muchacho estaba en su casa no se lo llevaron, nada más a mi sobrino lo llevaron arrestado, esposado, y más adelante personas vieron que lo cambiaron a una patrulla de las Fuerzas de Seguridad del Estado, lo desaparecieron, nunca lo llevaron a barandilla ni a nada, ahorita tiene un poco más de un año que no aparece”.

“Tenemos el número de unidad, decían que no aparecía la unidad, sabemos que es una policía rural la 1721, sigue libre, tenemos ubicado al policía a la mujer policía, los hemos visto y nada”.

“Presenté la denuncia en la Fiscalía, después de un año pude ver el expediente y ahí ponen fotos de las cámaras del C4 pero nada más de las esquinas, las ponen de una hora después o antes de cuando ocurrió”.

Las familias, dijo, viven sin poder recuperarse ante la falta de sus familiares.

“Es un tormento porque se llevan a tu familiar y se llevan tu vida, no nada más la de sus hermanos, su hermana no puede salir a la calle, mi hermano se encierra toma, llora, les cambió la vida, yo como tía me cambió la vida, mi hermano y mi cuñada trabaja y yo me he dedicado a buscarlo para ver si lo encuentro”.

“Sé que a la mejor ahí no va a estar, pero el fin es encontrar así como yo tengo mi dolor sé que a veces uno tiene la esperanza de volverlos a ver con vida, al menos siento que encontrar cuerpos de otras personas aminorar un poco el dolor”.

“El dolor siempre va a estar pero es distinto a tener la certeza de saber dónde está.

Te preguntas si sufre o no sufre, tantas cosas que ves por fosas que hemos visto como los ejecutan, hemos visto ahí mismo en las fosas ha habido casos donde los han enterrado vivos, donde ellos hasta se abrazan, es una cosa horrible que no se lo deseo a nadie, es un tormento, es estar muerto en vida”.