“Ofrendaron sus vidas y no es justo que los olvidemos”: Madre de caído en explosiones

Celaya, Gto.- Aunque ya son pocas las personas que acuden a la calle de Antonio Plaza a recodar a sus familiares caídos en las explosiones del domingo negro, se hacen presentes para recalcarle a los celayenses que ahí perdieron la vida personas inocentes y muchos héroes.

Ese es el caso de la señora Juanita García, que por 25 años se ha hecho presente en el lugar para recordar a su hijo Pedro Ávila García, un policía de 20 años que fue de los primeros en llegar a auxiliar a los lesionados y al que una segunda explosión lo hirió de muerte.

“Son 25 dolorosos años. Venimos primero por el amor a mi hijo y el amor a toda la gente que aquí murió salvando vidas, derramaron su sangre por salvar a tanta gente. Así que por corazón, por amor lo hicieron porque si fueran otras personas, dicen no pues yo que me meto, me quemo. Pero ofrendaron sus vidas y no es justo que los olvidemos, por eso estoy aquí, por todos”.

“Él estaba aquí ayudando, él entró a salvar vidas. Y no me costaría nada hacerle su misa y todo por allá, nosotros la familia, pero y los demás, y los héroes desconocidos, y todos los demás que cayeron aquí. Yo pienso que vale la pena ser recordados, que recordemos su valor y así que se olvidaron de su familia, para entrar a salvar vidas de otra familia que ni conocían, eso tiene mucho valor, muy poca gente lo hace ya ahora, en estos tiempos”.

Las cifras oficiales indican que en el lugar de las explosiones 71 personas perdieron la vida y 350 resultaron heridas, pero líderes sociales y religiosos revelaron en más de una ocasión que en realidad los muertos superaron los 100.

La señora Juanita le pidió a las nuevas generaciones no olvidar esta tragedia, y ser sensibles con quienes aún sufren.
“Quieren olvidarlo, pero aquí seguimos y vamos a seguir hasta que Dios nos preste vida. Yo pienso que hagan conciencia porque igual puede volver a pasar. Porque se sigue vendiendo a escondidos, pero se sigue vendiendo, puede volver a pasar y que es necesario que haya otra tragedia para tomar conciencia de lo que sucedió aquí”.

“Para nosotros esto no se olvida. Aprende a uno a vivir con eso, pero de olvidarse no se olvida nunca, ni se olvidará, porque si falto yo, quedan sus hermanos y no se les va a olvidar”.
Teresa Capetillo perdió a su cuñado José Cruz Morín Bustamante, hoy acudió a rezar el rosario mientras su hermana trabajaba.
Recordó que fue un golpe duro para la familia porque la explosión lo decapitó y fue hasta días después que localizaron su cabeza. Era paramédico que andaba ayudando a los heridos, un héroe más.
“Él era voluntario de unas ambulancias y les hablaron para que vinieran aquí a ayudar, no pensábamos que anduviera aquí porque se había ido a San Miguel Allende a botear porque así recolectaban dinero para prestar el servicio, nada más no llegó y fue por la tarde que le dieron la noticia a mi hermana”.

“Yo vengo cada año y mientras pueda y Dios me dé vida, vendré, hay que inculcarles a las nuevas generaciones, hablarles de todo lo malo que ha pasado, para que no usen cohetes, porque no saben lo que nos causa escucharlos, a mí me da muchísimo miedo”.