Lo que viene siendo. Cátulo II

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Reportero A7 | 28 de Octubre de 2014 a las 07:55

Hoy se cumple un mes de que este país entró en un estatus ‘a divinis’ que las columnas de todos los diarios buscan definir por todos los medios, una situación que parece rebasar por mucho las dimensiones que un Estado poco legítimo o que un pueblo poco soberano pueden controlar. 



Con los calificativos más dispares, las opiniones enmarcan una sola realidad que al mismo tiempo es incertidumbre: el país está cambiando este octubre y no será el mismo de ahora en adelante.



Ayotzinapa es una palabra en el vocablo de todos los mexicanos y mexicanas, ahí, como dice el diario The Economist, se le cayó el teatro del “Saving Mexico” a Peña Nieto.



 Ahí, como también dice la prensa gringa, japonesa, suiza… en el marco del aniversario 200 de haberse escrito la Constitución de Apatzingán, “en la zona cercana a Apatzingán, conocida como ‘tierra caliente’ es donde queda evidente lo lejos que está México de ser un Estado de derecho”. 



Ahí es a donde se refieren los gritos en las marchas, los de quienes marchan siempre por su puesto, pero también de los que improperan en las calles por primera vez ante la noble exigencia de la propia indignación, los de ‘ab imo pectore’, con un franco número superior.



Celaya es la capital política de Guanajuato. Por el momento el León de los amores de Oliva está echando besos bajo el farol con el novio oficial y Miguel Márquez llega a visitar la ciudad de la cajeta hasta tres veces en una misma semana.



Se perfila así esta ciudad como el cuartel de batalla desde el que el panismo intentará conservar en su poder Guanajuato en 2018, de no recuperar León en 2015.



Celaya, identificada como una de las capitales morales de lo que significa “ser del bajío”, emparentada semánticamente con el propio panismo, con el recato, la apatía a las causas sociales y el voto pragmático, esta ciudad tuvo estas semanas cinco manifestaciones, cuatro de ellas por Ayotzinapa, tal como en las grandes y pequeñas urbes de todo el mundo.



Quede el cronista que quede, tendrá qué asentar esto en actas. Se puede tener la opinión que se quiera, incluso escepticismo o vituperio, pero un hecho es que nunca antes esta ciudad había tenido tantas marchas pacíficas seguidas (y se anuncian más, una para hoy), tres de ellas multisectoriales: dos de sociedad civil organizada para exigir la presentación con vida de los 43 normalistas guerrerenses desaparecidos por el llamado “Narcoestado”, otra más por esta misma causa por 200 estudiantes de la UPG que no habían marchado antes, otra por estudiantes de la Extensión de la Universidad de Guanajuato que tampoco se habían manifestado antes, y otra unas semanas antes en contra de los feminicidios que ponen vergonzosamente a esta entidad en el mapa mundial.



Hablando de cronistas, tras la lamentable pérdida del tlatoani Herminio queda esa silla vacía y son muchos los apuntados. Quizá, quien sabe, es una posibilidad, el regidor Alberto Pérez Quiroga quiera ver si le queda esa zapatilla de cristal. 



Alberto salgo-en-todas-las-fotos-a-ver-quítate-niño Pérez Quiroga aparece con el cuestionable crédito de “promotor cultural” en una publicación acerca de las batallas de Celaya, a saber, un libraco hecho en Paint por el gobierno celayense y cuyo mérito son las buenas fotos que quedaron encerradas en el más silvestrito de los diseños, material de difusión que ha sido visto por absolutamente nadie (¿usted lo ha visto?).



No sabemos cuál fue la aportación puntual de Pérez Quiroga para ser “promotor cultural”, algunos dicen que solamente erogó dinero de la partida para apoyos que como todos los regidores tiene [inserte risas grabadas].



Como dijera mi amigo Horacio, en un latín sencillo por cierto: “aurea mediocritas”.



Hay decenas de personas en esta ciudad que ganan mal y poco un dinero que con gusto invierten en poesía, teatro, pintura, contar cuentos o danza para llevar el arte como pueden a donde pueden. 



Ellas y ellos podrían sentirse insultados por el pesado epíteto en el cuello del edil, pero creo que no lo harán porque están simplemente ocupadas y ocupados promoviendo de verdad la cultura.



Otro que está ocupado, aunque no lo parezca, es Juan Jesús Martínez.



El líder vitalicio del llamado “Observatorio Ciudadano Laja-Bajío” (¿se acuerdan?) y ex candidato a la alcaldía por el PT en 2012, parece que cambiará de siglas para buscar la presidencia de Acámbaro por el PRI.



Fuentes cercanas al partido en ese lugar  observan ya en la contienda por ser el terrateniente acambarense de Peña Nieto a quien fuera el gallo celayense del pejismo. 


¿Y ahora, quién podrá salvar a Acámbaro? ¡Pues el Chapulín Colorado!



Saludos, improperios, colaboraciones, guayabas y papayas, a su vera en osdareporel@gmail.com

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