Ésta es la historia de celayense becado

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Arlett Cárdenas | 19 de Julio de 2018 a las 19:46

Celaya, Gto.- Christian Arredondo Narváez creció viendo caricaturas, de todas pero nunca una que tuviera que ver con su país, con el lugar donde nació, Celaya.



Creció dibujando, siempre dibujando pero su sueño de la infancia no tenía que ver con eso, deseaba ser veterinario como su padre. 



Estudió Comunicación pero no por gusto sino motivado por su hermano. Y al final el destino lo llevó a amar eso lo que siempre trajo en la sangre: la animación.



“Recuerdo que muy muy muy pequeño quería ser veterinario como mi papá, pero me la pasaba viendo caricaturas, empecé a dibujar en la primaria, después por la secundaria había un programa de televisión que era sobre animación, hablaba acerca de la industria de la animación y entendía que hacer caricaturas era animación, me acuerdo que le dije a mi hermano vamos a ser animadores, y decíamos que íbamos a ser animadores, pero para ya cuando tenía que elegir la carrera había abandonado un poco la idea, de hecho estudié Comunicación pero no sabía para que servía la carrera pero mi hermano sí quería estudiarla, en el programa de materias vi un semestre de animación 3D, la gente me pedía que estudiara diseño pero me daba un poco igual en esa época y la verdad es que la carrera me sirvió un montón y me gustó mucho”.



“Recuerdo que el primer dibujo que hice sin ninguna referencia, es decir que copiara o algo así, eran unos soles, era algo muy simple círculos con líneas, cara y pies, después ya el dibujo con un poco más de forma que hice fue un caballero del zodiaco eso fue en la primaria”. 



“Retomé la animación años después de terminar la carrera, empecé a dibujar otra vez un montón, a pintar y todo eso”.



Durante sus estudios profesionales viajó 6 meses a España y estuvo año y medio en Guanajuato capital, desde hace año y medio vive en Querétaro, pero sus recuerdos y vivencias están en Celaya.



“Eh vivido gran parte de mi vida en las Fuentes y Manuel Doblado, mi familia tiene una cafetería y ahí trabaja mi mamá y la familia, entonces siempre estuve entre el centro y las Fuentes. Mi mamá está emocionada, le gusta la idea de la beca, ella lo ha admitido y me daba un poco de cuenta  de que hasta cierto punto no sabía qué estaba haciendo yo, o si tenía sentido que estuviera haciendo animación porque no es algo tan común ver a tu hijo encerrado haciendo dibujos, tal vez no parecía algo sano”.



“Convivimos con eso todo el tiempo pero tal vez porque México no está tan desarrollado no hay mucho conocimiento o un acercamiento de esta cultura porque todos hemos visto caricaturas y animaciones con dibujos, dibujar es un oficio bastante útil, pero de repente cuando alguien dibuja pareciera no ser lo más seguro”.



“En este punto de mi carrera veo que uno crece pensando que no hay nada de esto en México o Celaya, cuando empiezas a hacer las cosas tienes la idea de que eres tu sólo contra el mundo yendo a perseguir molinos o algo así, pero te das cuenta que hay un montón de gente que siempre ha estado ahí”.



“Ahorita vivo en Querétaro con mi novia, pero soy de Celaya, allá estudié hasta la universidad estudié Comunicación en la Universidad de Celaya, después de eso me puse a dibujar más ya saliendo de la carrera y por el 2014 empecé un diplomado en animación de personajes y de ahí acabo de hacer un corto que presenté en festivales y poco a poco se fue abriendo paso dentro de la industria de la animación se llama Tauromaquia”.



Ese cortometraje animado puede ser visto en la liga https://vimeo.com/155337461.



Cuando conoció la convocatoria de Guillermo del Toro se emocionó porque de momento sintió que cubría los requisitos.



“Nos habíamos enterado que Del Toro había prometido esta beca y a toda la industria nos emocionó, el año pasado o principios de este hubo una entrevista y se nos explicó el perfil de las personas que buscaban, pensé que encajaba en lo que buscaban y existía esta oportunidad”.



Su sueño siempre va ligado a sus raíces: “De alguna manera tengo que llegar a algún lugar, me gustaría trabajar en diversos lugares aprendiendo a diversas personas, pero a largo y mediano plazo me gustaría volver a Guanajuato, a hacer animación, me gusta el Estado en general y me gustaría que estuviera descentralizado de las grandes ciudades el quehacer de la animación”.



Y si a muchos ha emocionado el logro de este Celayenses, a Christian no le ha dado tiempo de procesar sus emociones, está ocupado preparando el viaje.



“La verdad es que platicando con otros chavos les decía que aún no me llegaba el shock tan grande porque hay tantas cosas por hacer y vivo muy al día, no me llega toda esa angustia de pensar y seguramente se irá dando todo, hasta que me suba al avión sentiré algo”.



“Son dos años que estaré en Francia y si hay que resolver un montón de cosas y asimilarlo en muy poco tiempo, resolver cuestiones de documentación, algunos asuntos de dinero porque la beca cubre toda las colegiaturas y manutención, pero tenemos que poner el boleto de avión, tengo que ver qué pasa con mi familia, con mi novia, con la renta”.



“La fecha de inicio de clases es el 5 de septiembre, debemos estar llegando un poco antes tenemos previsto hablando con los otros becarios y chicos que van de otras partes la idea es llegar un poco antes a finales de agosto”.



En menos de dos meses estará estudiando en GOBELINS, l’ecole de l’image, la mejor escuela de animación del mundo al convertirse en uno de los tres jóvenes que fueron becados por el ganador del Oscar en 2018 a Mejor Director y Mejor Película por La forma del Agua, Guillermo del Toro y de Cinépolis para estudiar la Maestría en Artes: Animación de Personajes y Realización de Cine Animado.



Este curso de animación permitirá a los estudiantes profundizar su conocimiento sobre realización y narrativa. Al final del programa, los alumnos participarán en un proyecto cinematográfico de graduación en condiciones muy cercanas al mundo profesional. Gracias a que trabajarán en equipo en diferentes proyectos, podrán adquirir una versatilidad combinada con un nivel de excelencia reconocido por profesionales en Francia e internacionalmente.



Ésta fue la motivación que Christian dio al solicitar la beca: “Expuse que algo por lo que yo quisiera seguir en la animación es para hacer la animación mexicana que sentí me hacía falta cuando era niño, porque en mi época había muchas caricaturas pero todas son extranjeras y de alguna manera hace falta, te identificabas con cosas que no veías en tu ciudad, diseños de casa que no veías en tu cuadra, dragones que no aparecen en la mitología local, cosas como esas, entonces vas creciendo y piensas que hubiera estado bien que hubieran estado contando historias mexicanas para esos niños que veían caricaturas y también les comenté que mi deseo es hacer animación mexicana de calidad”.



Le preguntamos a Christian qué espera que genere en él estos dos años de estudios, y la verdad es que va con la mente abierta a recibir todo lo que la vida le permita y a dejarse sorprender.



“Sí te soy sincero no lo sé, en lugar de esperar estoy abierto al descubrimiento, ya veré qué es lo que la escuela requiere de mí, dicen que es un método muy poco usual a comparación de cómo son las clases en México, trato de hacerme muchas expectativas para estar flexible y cuando llega todo ser útil tanto como pueda para la escuela, para mi nación”. 



“De Celaya surgen la mayor parte de las historias que algún día podré contar, mi vida es eso, y creo que estas cosas empiezan a moverse cuando te das cuenta que tiene que ser útil para alguien, alguien tiene que sentirlo, la cosa es por un lago agradecer y ver qué se le puede entregar de todo esto a Celaya, a Guanajuato y México”.

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